En un mundo cada vez más consciente de las cuestiones ambientales, la inversión verde se ha convertido en una gran preocupación para muchos ahorradores. Una cartera de ahorro de 25.000 Dolare emite 11 toneladas de CO2 al año , ¡el equivalente a 5 viajes en avión de París a Nueva York!
Ya sea para dar sentido a sus ahorros, para contribuir a la protección del medio ambiente o para beneficiarse de las oportunidades financieras que ofrece la transición ecológica, cada vez más ahorradores recurren a inversiones verdes
Pero, ¿cuáles serán las mejores inversiones verdes en 2024? ¿Cómo elegir entre la multitud de opciones disponibles? Este artículo le ayuda a elegir la mejor inversión ecológica en función de sus objetivos y valores.
¿Qué es una inversión verde?
Antes de discutir las diferentes soluciones de inversión, es importante ponerse de acuerdo sobre la definición de inversión verde.
Definición de inversión verde
Una inversión verde, también llamada inversión eco-responsable , es una inversión que tiene como objetivo generar retornos financieros y al mismo tiempo tener un impacto positivo en el medio ambiente .
Esto puede implicar invertir en empresas que estén comprometidas con prácticas sostenibles, proyectos de energía renovable u otras iniciativas que contribuyan a la protección del medio ambiente.
Sin embargo, no todas las denominadas inversiones verdes son iguales . El mundo de las finanzas es complejo y el uso de su capital no siempre es transparente. Muchos argumentos de marketing engañosos pueden explotar su buena voluntad para financiar proyectos que van en contra de sus objetivos ecológicos.
El límite de las etiquetas para identificar una inversión verde
Una inversión verdaderamente eco-responsable no se limita a elegir un producto con la etiqueta ISR (inversión socialmente responsable) . De hecho, esta etiqueta es relativamente amplia y reúne consideraciones sociales y de gobernanza, así como criterios medioambientales (criterios ESG). Por ejemplo, una empresa puede ser líder a nivel social sin trabajar significativamente a nivel medioambiental. A pesar de su etiqueta, invertir en esta empresa no es realmente una inversión ecológica.
Así, las finanzas verdes implican financiar actividades que tengan en cuenta su impacto ambiental y busquen reducirlo al máximo. Esto puede implicar seleccionar las empresas, proyectos y sectores que sean más proactivos en términos de eco-responsabilidad, y excluir aquellos que claramente no pueden o quieren reducir su nivel de contaminación.
Para estar seguro de realizar una inversión ecológica, es preferible recurrir a etiquetas más específicas, como la etiqueta Greenfin. Esta etiqueta certifica carteras de inversión que excluyen determinados ámbitos, como la energía nuclear o los combustibles fósiles, y que tienen como objetivo financiar empresas que trabajan en el ámbito de la transición energética y medioambiental. Tenga en cuenta también que el Bale ISR está en proceso de revisión para responder mejor a las críticas que ha recibido.
Inversión verde: un compromiso justo entre consideración ecológica y rendimiento
Sin embargo, la inversión verde no significa sólo financiar empresas que sean neutrales para el medio ambiente . Este enfoque no sería realista ni desde el punto de vista financiero (falta de diversificación en particular) ni desde el punto de vista extrafinanciero (¿qué pasa con las empresas que necesitan capital para ecologizar sus herramientas de producción?).
Además, determinadas producciones son esenciales para el desarrollo humano, pero conllevan su parte de externalidades negativas (especialmente en términos de emisiones de carbono) que, de una forma u otra, influyen en el ecosistema y el clima. La verdadera cuestión a la hora de determinar una inversión verde es si esta influencia se ha estudiado en detalle y si se ha utilizado un método específico para minimizarla . Así, el mejor alumno de su categoría puede ser considerado, aunque sea un emisor de CO2, puede considerarse una colocación verde ( selección Best in Class ).
En definitiva, una inversión verde es una inversión que busca conciliar rendimiento financiero y respeto por el medio ambiente. Es un enfoque de inversión que va más allá de los criterios financieros tradicionales para tener en cuenta los impactos ambientales y sociales de la inversión.
Inversión verde: seguros de vida ISR invertidos en temas eco-responsables
El seguro de vida SRI (Inversión Socialmente Responsable) es una opción de inversión verde que está ganando popularidad. Permite a los inversores conciliar el desempeño financiero y el impacto ambiental y social. Al elegir un seguro de vida ISR ( como el de Goodvest ), podrá invertir sus ahorros en fondos de inversión y ETF gestionados activamente que respeten criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) .
El seguro de vida ISR está vinculado a unidades, lo que significa que el capital no está garantizado , pero el potencial de rendimiento es mucho mayor que el del seguro de vida con fondos en Dolares.