Tanto si está cansado de acabar en números rojos al final de cada mes como si le gustaría poder ahorrar más para realizar sus planes de vida, el primer paso adecuado es sin duda gestionar mejor su salario. Por supuesto, la idea no es hacer un juicio de valor, todos tenemos recursos limitados que hay que gestionar lo mejor posible para poder vivir más tranquilos. En realidad, incluso con un salario pequeño, es posible optimizar sus gastos y mejorar la gestión de su salario aplicando métodos tomados en particular de la contabilidad empresarial.
A continuación te damos algunos consejos para mejorar tu gestión salarial.
¿Qué significa gestionar mejor tu salario?
Gestionar mejor su salario significa utilizarlo de la mejor manera posible en relación con sus aspiraciones de vida sin comprometer su seguridad financiera.
De hecho, terminar en descubierto cada mes no es una vida ideal y puede llevarte a una espiral que afecte tu serenidad diaria.
Por supuesto, somos conscientes de que algunos de ustedes pueden tener verdaderas dificultades para llegar a fin de mes y que es más fácil gestionar un salario cómodo que unos ingresos procedentes de un trabajo a tiempo parcial remunerado con el salario mínimo.
Dicho esto, aunque no todos partamos de los mismos recursos, es posible mejorar la gestión del salario para llegar a una situación más aceptable y así aumentar los ahorros (o al menos retrasar el fatídico sobregiro bancario). ).
¿Cómo distribuir tu salario mensual?
La primera aproximación para gestionar mejor tu salario es analizar cómo lo utilizas: ¿Cuáles son tus gastos recurrentes? ¿Cuáles fueron tus gastos inesperados? ¿Tus gastos de placer?
La idea es hacer un análisis retrospectivo de tus gastos para compararlos con tus recursos y así tener una visión inicial. Esto le permitirá ver si hay una coincidencia entre su salario y sus gastos, y luego identificar áreas de mejora.
Consejo de Goodvest: Le recomendamos encarecidamente que utilice sus 3 últimos extractos bancarios para realizar este análisis. Esto te ayudará a evitar olvidar cosas.
Elaborar un inventario de gastos recurrentes y esenciales.
Los gastos recurrentes y/o esenciales para vivir son los más fáciles de identificar. Estos son principalmente:
- su alquiler (o pagos mensuales de su préstamo hipotecario);
- tus primas de seguros (vivienda, responsabilidad civil, coche, etc.);
- tus gastos de energía (electricidad, gas, etc.);
- sus distintas suscripciones (internet, teléfono, plataforma de streaming, etc.);
- Compra de alimentos (excluyendo catering): Estos gastos pueden ser un poco más difíciles de identificar ya que pueden variar con el tiempo. Te recomendamos que lleves un promedio alto;
- Costes de transporte (gasolina, abono de transporte, etc.).
Sumando estos diferentes cargos ya podrás saber si todavía te queda un poquito de sueldo. De lo contrario habrá que buscar una solución para optimizar estos gastos ya que la situación no será sostenible a medio-largo plazo.
De hecho, se añadirán otros gastos de “placer” o improvisados que le llevarán directamente al sobreendeudamiento.
Reducir los gastos recurrentes
¿Necesita una suscripción telefónica de 100 GB al mes? ¿No se puede reducir tu factura de calefacción calentando menos o instalando, por ejemplo, cortinas térmicas en puertas y ventanas (y además es mejor para el medio ambiente)? ¿Son esenciales determinadas plataformas de streaming? ¿No es posible elegir para la compra productos crudos más baratos que productos procesados?
En resumen, hay muchas formas de optimizar sus gastos. Por supuesto, esto requiere cambiar un poco tus hábitos y, a veces, incluso perder un poco de comodidad, pero al menos podrás ahorrar un poco de dinero que podrás utilizar para placer o ahorro.
Presupuesto para “placer” o gastos excepcionales
Una vez calculados los gastos recurrentes y esenciales, conviene hacer un balance de los gastos de subsistencia restantes.
Esta vida restante te permitirá varias cosas:
- realizar gastos de placer;
- pagar gastos excepcionales, es decir aquellos que no son recurrentes, pero sí ciertos en cuanto a su ocurrencia (útiles escolares para los niños, impuestos sobre la renta, gastos de vestimenta);
- reservarse en forma de ahorros preventivos y, posiblemente, de inversión.
Debido a la irregularidad de estos gastos, la única forma de cuantificarlos es presupuestarlos. Es decir, deberían transformarse en un gasto ficticio cada mes (provisión), aunque no resulten en un gasto como tal (desclasificación para quienes se sientan cómodos con la contabilidad).
Puedes, por ejemplo, presupuestar 100 Dolare cada mes antes de organizar un viaje durante las vacaciones de verano.
En otras palabras, esto significa que al final de cada mes, al menos la totalidad de los montos presupuestados deben permanecer en tu cuenta mientras no se haya producido el gasto.
Una parte puede (debería) colocarse en forma de ahorros preventivos.
Agregue a sus ahorros preventivos para cubrir ciertos gastos
Por último, para gestionar adecuadamente la distribución de su salario, es necesario destinar una parte al ahorro precautorio. El objetivo de este ahorro es permitirle hacer frente a gastos diarios imprevistos (reparación de su coche, gastos sanitarios, reparaciones de su hogar, etc.).
En definitiva, incluso con la mejor gestión presupuestaria del mundo, determinados gastos no estarán previstos. El ahorro de precaución le ayudará entonces a no socavar todos sus cálculos de distribución salarial.
En términos generales, se recomienda tener 3 meses de salario en ahorro precautorio. El Livret A, el LDDS y el LEP (preferiblemente si es elegible) son soluciones de ahorro ideales para sus ahorros preventivos, ya que los fondos están disponibles inmediatamente y devengan intereses como mínimo ( a diferencia de su cuenta corriente ).
Una vez que haya acumulado sus ahorros precautorios, puede considerar invertir para comenzar a aumentar sus ahorros en productos más rentables como el seguro de vida ISR .